Dentro de la violencia hacia la mujer, son muchos los temas a tratar socialmente que pueden ayudar a su eliminación, ya que la desinformación sobre los mismos perpetúa la violencia machista. Entre ellos: la educación afectivo sexual.
Entendiendo que la educación afectivo sexual depende en gran parte de las dinámicas sociales que inician incluso antes del nacimiento, se ve necesario trabajar desde edades tempranas con personas en pleno desarrollo, como son los y las jóvenes.
La educación afectivo sexual forma parte del desarrollo integral de las personas y está ligada a la construcción de la identidad y de las relaciones afectivas. Además, no se debe separar sexualidad y afectividad, ya que esto llevaría a entender la sexualidad como algo aislado del ser humano, cuando en realidad forma parte de su desarrollo completo.
Por ello, a través de este proyecto se sensibiliza a la sociedad sobre la importancia de la educación afectivo sexual, se ofrecen herramientas al voluntariado de las entidades miembro para que puedan transmitir información verídica y contrastada a adolescentes y jóvenes, y se acompaña a estos teniendo en cuenta las distintas etapas del desarrollo afectivo y sexual.